UN POCO DE HISTORIA
Se reconoce en
Lisístrata, bellísima mujer de la antigua Grecia, a la primera mujer que lucha
por sus derechos. En realidad habría que decir que va más allá: es la primera
revuelta popular pidiendo por el fin de la guerra y por la paz, encabezada por
una mujer.
En realidad
Lisístrata es una obra de teatro del dramaturgo Aristófane, hombre bohemio
dedicado al teatro y de ligero vivir. El primer hippie de la historia, podríamos
decir. Sin embargo, sus andanzas mundanas, nos hacen suponer que algún contacto
de fluidos tuvo con esta muchacha Lisístrata.
Según nos dicen, esta
señorita encabezó (y nunca bien dicho) una huelga sexual, también recordada
(fundamentalmente por los griegos) como huelga de piernas cruzadas o huelga de
la bayaspirina, para poner fin a la guerra del Peloponeso. (No nos olvidemos
que por aquellas épocas, el hombre tenía solo una forma de demostrar su
hombría: yendo a la guerra).
Flor de bolonqui
generó la muchachita Lisístrata: “muchachos, sigan en la guerra y no ven más la
cara de Dios, dejen la guerra y volvemos a los menesteres domésticos.”
Lisístrata convenció
al resto de las mujeres que dejaran a sus esposos, novios, amigovios, parejas,
amantes, (vecinos, sí, porque en aquella época era como sucede hoya acá, la
dueña de casa tenía en el fondo –que se accede por un pasillo- 1 o 2 departamentitos
alquilados, y bueno…sucede que si no tenés plata la señora de la casa te cobra
en especie) y se refugiaran en la Acrópolis (la parte más alta del pueblo y
donde estaba el templo).
Al principio los
muchachos pensaron que era una pavada más de las mujeres. Pero fueron pasando
los días y las chicas no bajaban (la casa ya estaba toda sucia, las túnicas sin
planchar, el bobi no tenía comida y la falta de sexo se hacía sentir –algunos
hombres ya se miraban con ganas-). Y entonces comenzaron a pedirles a sus
mujeres que bajen: dale gordita, bajá, no seas tan jodida; otro: flaca si no
bajás no ves más; o que culpa tenemos nosotros si los soldados van a la guerra;
y cosas por el estilo.
Lisístrata,
inmutable. No. No bajamos un corno hasta que no se termine la guerra y jódanse.
Hablen con los soldados y listo.
El caos en la ciudad
ya era impresionante. Los papiros eróticos estaban a la orden del día y la
autogestión sexual (o sea, la masturbación) ya resultaba insuficiente. Así que
los hombres, enlechados hasta el cuello, deciden negociar y la paz se
restablece en la ciudad. Más que la paz, se restableció el sexo perdido.
Y así es recordada
Lisístrata como la primera mujer en llevar adelante un reclamo.
En esta figura se
inspiraron los primeros movimientos feministas de la historia.
Disculpe Golber... y Antígona dónde quedó? con su desafío a la autoridad pagando con su muerte por enterrar a uno de los suyos, que ohhh casualidad: era su hermano, hijo del hijo de su madre??? y que por ese entonces Edipo y su madre esposa ya estaban archi suicidados? No sería entonces ella, la primera mujer de la tragedia griega en defender sus derechos???? Por favor, déjese de pavadas, que las mujeres disfrutamos coger por coger y también disfrutamos de hacerlo por amor al arte!!! acaso no son uds, los varones quienes últimamente andan de huelga en huelga??? Que tenga feliz día Golber, a lo mejor su mujer lo anda buscando y ud. escribiendo paparruchadas.....
ResponderEliminarEstimada ferchiflor, es cierto lo de la valentía de Antígona que se enfrenta al sistema dominante de su época y da sepultura a su hermano, cuando tal actitud se pagaba con la propia muerte por tratarse de un traidor (según el discurso dominante). De hecho se enfrenta a su propia hermana que no la acompaña en la tarea. Sin embargo, los movimientos feministas del mundo ven en Lisístrata su musa inspiradora (que por otra parte es anterior a Antígonas en la historia). Lo importante es que las primeras en cambiar parte del sistema han sido las mujeres: la Guerra del Peloponeso cesó; el autoritarismo social de Edipo Rey se fue con su muerte. Pero más allá de eso, hay algo más importante. Ambas historias son dramas del teatro griego (Antígonas de Sófocles y Lisístrata de Aristófane), demostrando que el teatro es una herramienta de conciencia y cambio social. En cuanto a la huelga sexual de los hombres, reconozca que no produce ningún cambio social. Fíjese que el año pasado en Bélgica las mujeres llamaron a una huelga de piernas cruzadas porque hacía varios meses que no se formaba gobierno. Y lo lograron: no coger y formar gobierno. Pregunto: ¿estas huelgas no serán el nuevo dolor de cabeza? Un beso grande
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