En este espacio cada estereotipo ciudadano tiene su lugar. No me voy a reír de ellos, sino con ellos y vos podes prestar tu risa

lunes, 27 de febrero de 2012

PARA EL PELADO NO HAY COMO LA VIEJA TECNOLOGÍA


                                                ¿Es compatible la tecnología con la calvicie?
 
Voy caminando y de pronto, una sensación subjetiva que no venía precedida de una impresión en mis sentidos (es decir, una alucinación), me sacó de golpe y me trajo a la realidad.
La Ramona.
Venía de frente a mí, la Ramona; ¡que pedazo de mujer! Creo que es la única persona a la que su nombre no le hace justicia; y sí, cuando pensás en el nombre, Ramona, te imaginás (yo por lo menos) a la portera de la primaria, bigotuda, mala onda y adulta mayor (no digamos vieja porque se nos enojan). Pero esta Ramona, la que venía caminando, es un bomboncito, una preciosura, algo fuera del planeta.
Es la novia de un amigo, un tipo de la generación tecnológica, no hay celular o computadora que él no tenga. José Mensaje, le decimos, porque no te habla si no es a través de un mensaje de texto, mensajería instantánea, redes sociales, chat, twitter, o emails. Yo con mi Nokia 1108 (el de la linternita) no puedo; pero él sí: tiene un Sony Ericsson Satio, que trae  pantalla táctil, de 3.5 pulgadas, formato 16:9, y con una resolución de 640 × 360 píxeles; equipado con sistema operativo Symbian y reproductor de música con integración Play Now, para poder tenerla online de la tienda; bluetooth con soporte de A2DP; conectividad HSDPA y  Wi-Fi, con salida de televisión, receptor GPS y una tarjeta de memoria de 8 GB. Como ven, es un buen celular. Pero no nos desviemos que estábamos en Ramona.
La cruzo y la saludo, ¡como andás Ramona!
Para el or…, me contesta. Tu amigo es un pel….(pongo los puntos suspensivos porque me resulta difícil que una mujer tan bella sea tan maleducada, pero estaba muy enojada con José Mensaje). ¿Qué pasó? (el dolobu es de mandarse macanas).
Se compró un auto. Me llama y me invita a cenar para festejar. Bueno –le digo yo- a él siempre le gustaron los autos, ¿qué se compró? Un Audi, bellísimo. Caja de transmisión manual con 5 velocidades, motor tipo en línea y una velocidad máxima de 180 km/h; aceleración 0-100 km/h en 11,7 segundos. Dirección asistida, mecanismo electrónico de bloqueo transversal; llantas de aluminio fundido; sensor de luz y lluvia. Trae airbags laterales delante y airbag para la cabeza; asientos delanteros con ajuste de altura, climatizador manual y control de cinturones de seguridad. Lo mejor: multimedia Interface con pantalla color de 6,5´´.
Cochazo, atino a decir. Cuando yo pueda me compro uno.
Indignada, la Ramona, continúa. Cenamos y nos fuimos al departamento de él. Viste que es chiquito. Bueno. Ya tenía esa TV gigante (me tomo el trabajo de describirla: LED serie Z5500 de Sony. Tiene incorporada la función Full HD y un sistema de “cine en casa” en versión 3.1, acompañado por una excelente imagen de un procesador de imagen Bravia Engine 3. Como si fuera poco, trae la nueva función de hibernación, un sistema que se activa para ahorrar energía cuando la pantalla del televisor está inactiva por un determinado tiempo. Para que se caigan sentados, les digo que tiene tecnología DNLA, permitiendo transmitir archivos desde el televisor a la compu), ahora le agregó el sound ron.
Y sí –dije yo-, siendo fanático de la tecnología, como no lo iba a hacer.
Lo que no sabés, Golber, es que compró un Yamaha plano que no ocupa más que un pequeño lugar  y no solo que te da sonido envolvente virtual, sino que el altavoz puede simular diferentes modos de audio, tales como 2.1 o 5.1. También está equipado con sensores de audio para enfocar con precisión el sonido de su ubicación exacta en la habitación.
La verdad que cada vez entiendo menos a las mujeres. Esta chica tiene al lado un tipo que muchas envidiarían y se queja.
Como querés que no me queje. Vimos una película con todo ese sonido envolvente virtual y después me puse la ropita sensual que a él le gusta y lo esperé en el dormitorio. ¿Qué es ese olor espantoso, horrible?, ¡René! (porque René es el nombre de mi amigo, nosotros le decimos José Mensaje), ¿ese olor, qué es?
¡Ah!, me dice el tarado. Para disminuir la caída del cabello me froto el cuero cabelludo con aceite de hígado de pescado y esto tiene que ser preferiblemente de noche, para luego lavarme la cabeza en la mañana siguiente.
Es un estúpido. Mucha tecnología y usa aceite de hígado de pescado para que no se le caiga el pelo.
Así son las cosas. La tecnología no nos soluciona todos nuestros problemas. La verdad que es un estúpido; podía haber usado una loción de ortiga que es menos olorosa (pones a hervir en medio litro de agua una cantidad de hojas de ortiga equivalente a una taza por aproximadamente 10 minutos.  Se deja que repose toda una noche y se frota con ella el cuero cabelludo).
Tengan una semana feliz.

viernes, 24 de febrero de 2012

SERIE GRANDES ACTORES DE LA SOCIEDAD


Hoy Prudencio Dhudachencko

Es bueno y necesario que de tanto en tanto rescatemos y hagamos conocidas las vidas de esos grandes hombres que nos han legado su sabiduría y que por motivos espurios la historia se encargó de ocultar. 
Por eso, hoy, quiero rescatar a Prudencio Dhudachencko.
Cuentan que Prudencio, buscando la perfecta manera de ingresar a su casa sin que su esposa se diera cuenta, se quedó dormido en el umbral y tuvo un sueño (Luther King más tarde le robaría la frase). En él –el sueño, por supuesto- Dhudachencko se vio como una mariposa que dormida soñaba que era un hombre, y al despertar, ya no supo si era un hombre que dormido había soñado ser una mariposa que dormida soñaba ser un hombre o si era una mariposa que al quedarse dormida había soñado ser un hombre que soñaba ser una mariposa que soñaba ser un hombre. Esta indefinición lo marcó para el resto de su vida.
Ahora bien, con la ecuanimidad que siempre lo caracterizó, Prudencio entendió que ese sueño algo le decía (pero no sabía qué), que le ponía ahí adelante la puerta para la solución de los grandes interrogantes del ser humano (pero no la veía ni tampoco sabía cuáles eran esos interrogantes). Así que embargado por la duda (y el banco también), decidió sentirse mariposa y hombre a la vez, viviendo en esa incertidumbre hasta el último de sus días (después de ese último día nadie nunca supo cómo siguió).
A partir de ese momento epifánico –si lo hay en la vida de un hombre- tomó ciertas decisiones que la historia se encargó de reivindicar. Se separó de su esposa y se fue a vivir a una pensión del Bajo Flores y comenzó a concurrir al estadio de fútbol del Deportivo Riestra (gigante futbolístico de la Primera D), mezclándose con los muchachos del tablón en la popular.
A partir de su roce con los muchachos del tablón, su compromiso social no tuvo descanso… aunque siempre se quedó a mitad de camino. Por ejemplo y a modo informativo, nada más, un día comenzó por no seguir al Depo cuando este jugaba de visitante; más tarde compró una platea para toda la temporada y ante las feroces críticas por su aburguesamiento, decidió seguir al club de sus amores a través de su Spyka.
Transcurrió sus días caminando o volando, según se sintiera hombre o mariposa; consiguió un trabajo de oficinista en una textil de cancanes; escribía poesías en las hojas inutilizadas de su oficina y que se llevaba a la pensión y cada tanto se enfrascaba en discusiones de café a las que no aportaba nada nuevo. Eso sí, sus críticas consistían en medulares estocadas que dejaban a más de uno fuera de carrera.
La historia, sin duda alguna – aunque algunos historiadores pongan esto en duda- lo ha rescatado como el hombre cuyo mayor aporte a la humanidad ha sido su propio ejemplo de vida, iniciándose con él –o mejor dicho a partir de él- el desarrollo de la teoría del logus mediocris.
El logus medriocris es aquel hombre o mujer (no discriminemos porque hoy hay igualdad de género) medio/a que no se juega por nada pero opina de todo; que entre dos posiciones se para en el medio y no se compromete con ninguna; que toma mate, no ya dulce (aberración, si la hay, a la infusión criolla), sino que le agrega yuyitos o utiliza yerbas saborizadas.
Esta especie habita todos los rincones de nuestra sociedad, ya que es un ser que se adapta perfectamente a cualquier situación; puede, por ejemplo, usufructuar los beneficios de reivindicaciones sindicales sin haber participado siquiera en una lucha (ojo, dentro de los sindicatos hay muchos logus mediocris en posiciones de decisión) o simplemente despotricar contra toda autoridad y después honrar con su ausencia el día que se deben elegir representantes. 
Un día tuve la oportunidad de conversar con un logus mediocris que me dijo: “Prudencio fue un gran hombre que nos enseñó mucho.” Y sí, es verdad, hemos aprehendido mucho de la astucia de Prudencio Dhudachencko.
¿Se dieron cuenta que hay muchos seguidores de Prudencio Dhudachencko, que jamás se van a jugar por nada y que intentan estar bien con Dios y con el Diablo? ¿Conoce usted a algunos? Yo sí.
La nuestra es agua de río mezclada con mar. Sean felices y nos vemos en la próxima entrada.



miércoles, 22 de febrero de 2012

LA CONDUCTA DE LA CUCARACHA COMO FACTOR DE DESESTABILIZACIÓN SOCIAL



¿A quién no le dan asco las cucarachas? Insecto repugnante si lo hay. Están por doquier: minan nuestro trabajo, el barrio, las escuelas y los centros políticos. Lo loco es que pasan desapercibidas a los ojos de los más, mientras que para algunos son fuentes de inspiración.


La cucaracha es un verdadero fósil viviente. Se trata de uno de los más antiguos moradores de la Tierra, ya que asistió al nacimiento de los dinosaurios y a su extinción; fue testigo de la formación de las cadenas montañosas como los Alpes, las Rocosas y los Andes; presenció la formación de los yacimientos de petróleo y carbón del mundo y también el avance y retroceso de los glaciares.
Es un bicho que existió, existe y seguirá existiendo más allá de nuestro paso mortal por esta vida.
Este insecto posee algunos atributos extraordinarios.
Habita cualquier lugar del planeta, desde los más cálidos como el Sahara hasta los de temperaturas más frías. Se las puede encontrar instaladas en cualquier lugar. Devora prácticamente cualquier cosa, desde pimpollos de orquídeas hasta zapatos. Pero además pueden sobrevivir largos períodos de ayuno, ya que soporta un mes sin agua ni comida, dos meses a agua sola y cinco meses con comida aunque sin agua. La cucaracha tiene un medio de protección poderoso en sus glándulas, que despiden un olor pestilente que hace que muchos animales no se la coman. Sus hábitos nocturnos han contribuido grandemente a consolidar su persistente dominio.
Como se observa, se adapta a cualquier lugar; cualquier espacio que consiga lo transforma en su hábitat, arrasando con todo lo que encuentre a su paso.
Se reproduce con asombrosa fecundidad. Algunas hembras han tenido hasta 180 crías en 300 días y si el medio es favorable, la población aumenta con fabulosa rapidez.
Son difíciles de combatir pues la población llega a un nivel máximo y fluctúa alrededor de ese nivel hasta que se vea afectado y disminuya. Cuando sucede algo que afecta a la población y la reduce, la tasa de reproducción aumenta para compensar esa reducción, de manera que la población llegue a sus niveles habituales una vez que desaparezca el suceso reductor.
Tiene dos costumbres que la hacen totalmente poderosa: vida nocturna y revolcarse entre la basura. Durante la noche, mientras todos dormimos, ellas gestan su invasión y su vocación por relacionarse con la basura hace que nosotros las detestemos y evitemos su presencia. Soportan, además, altas dosis de radiación; sin embargo, mueren con facilidad ante el calor excesivo ya que carecen de mecanismo regulador de temperatura.
Esto último es trascedente en la lucha para su extinción. No cualquier cosa lo debilita; su falta de mecanismo regulador de temperatura lo torna en un ser frío, insensible, indiferente, desapasionado, inmutable e impávido; que no responde ante ninguna recriminación nuestra, ni mucho menos ante los reclamos por su asquerosa presencia.
Un estudio encarado por la Universidad Ecléctica de Bombal demostró que las cucarachas dejan rastros químicos en su excremento, así, otras cucarachas siguen esos rastros para descubrir fuentes de comida y de agua, y también para descubrir dónde están escondidas. La investigación ha mostrado que la toma de decisiones basada en el grupo presenta un equilibrio entre cooperación y competencia.  Otro estudio prueba la hipótesis de que las cucarachas utilizan sólo dos informaciones para decidir dónde esconderse: qué oscuro está y cuántos de sus amigos están allí. Contrario a las creencias comunes, las cucarachas no viven en nidos, ni salen a buscar alimentos para llevar a otros miembros de la "colonia", como lo hacen otros insectos sociales, sino que se hacinan en grupos, en distintos lugares que les permitan continuar su desarrollo y reproducción con abrigo y seguridad, causando daño y contaminado esos lugares. Lo que las reúne son las feromonas agregadas en las heces fecales, más no un verdadero sentido de "familia".
Es decir, lo que las une es la propia cagada que van dejando a su paso, de manera tal que la que viene atrás reconoce el paso anterior de un congénere entendiendo que ese es un lugar apto para desarrollar su potencial.
Haciendo un mea culpa, debemos reconocer que no todos somos lo limpito que deberíamos ser, siendo, en parte, nuestra suciedad la que permite la existencia de este ser despreciable. Para colmo el asco que nos generan hace que nos alejemos de su presencia dejando, así, el espacio a disposición y discreción de ellas.
Civilizaciones enteras han sucumbido al poder de estos insectos. Son cada día más y ocupan cada vez más lugares.
Iniciemos el proceso de extermino. Cualquier parecido con un compañero/a de trabajo es eso…un parecido.
Un abrazo.

martes, 21 de febrero de 2012

POR QUÉ NO NOS DAN PENA LOS PECES

Hoy inicio esto que es muy estresante para mí. El ciberespacio me fue esquivo...en realidad siempre fui yo quién esquivó esta magnifica forma de comunicación. Veremos como me desenvuelvo y espero de ustedes que me vayan guiando.
Les dejo mi primer tema: se puede criticar, se puede repudiar, se puede recomendar. Lo importante es generar un espacio de diálogo y discusión.


Hace muchos, pero muchos años atrás, dominaban los peces. Sí, sí; así como lo leen: dominaban los peces. Y si no me creen lean la Biblia: “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra” (Génesis 1:26).
Del versículo bíblico se desprende que, si el hombre fue hecho para que ejerza dominio sobre los peces del mar –sin perjuicio del resto de animales que se menciona, que no interesan para este espacio-, es evidente que previo al hombre existieron esos peces como amos y señores del planeta. Por eso había que dominarlos.
Inicialmente el hombre fue adiestrado para discriminar. Que me perdonen los amigos de las distintas derivaciones del dogma judeo-cristiano de la creación; pero Dios, el Supremo Creador, le dio mandato al hombre para discriminar: por algún motivo –vaya uno a saber cuáles eran los vaivenes de poder en aquella época- para Dios los peces de río aparecen como superiores a los de mar, puesto que a estos últimos es aconsejable dominar.
En ese preciso momento histórico nació la lucha de los pescados.
Hay pescados que valen la pena y otros que no; pescados que deben ser sacrificados y otros, en cambio, adorados (un encumbrado personaje de la noche –no voy a dar su nombre- me hizo un pormenorizado análisis de esta valoración al referirse a bagres, viejas del agua y otros especímenes).
Y hay una lucha histórica de pescados caracterizada por la discriminación, el desprecio y la ignorancia de aquellos que son considerados distintos, diferentes y hasta subnormales y, como por lo general, estos últimos –los despreciados, los discriminados- son minorías, resulta fácil su exterminio físico o, hasta incluso y peor, su desaparición moral producto de la ignorancia de su existencia.
¿Y esto, por qué? Yo creo que porque no nos dan pena los peces.
Revisemos: no sangran, o sangran muy poco; no emiten ningún tipo de sonido cuando sufren; o fundamentalmente y quizás este sea el verdadero motivo, no son acariciables ni mueven la cola (salvo algún que otro pescado que más de uno se ha comido en su vida –y en ba jada, también-). Tal vez, por esas razones, dejarlos morir asfixiados, cortar sus cabezas, abrirlos por la mitad, meterlos vivos en agua hirviendo o matarlos de un mordiscón, no parezcan actos tan crueles y desalmados.
A nadie se le ocurre decir "¡Ay... pobre pescadito, se está muriendo!" Están condenados a sufrir y a morir en silencio.
Es el mandato divino de dominar a los peces de mar, no los de río.
Pero de apoco comenzaron a surgir voces acuáticas reivindicando a esas minorías mojadas condenadas desde la misma creación. ¿Cuál es la diferencia entre un pez de mar y uno de río? ¿Hay diferencias? ¿Porqué se decidió que a unos hay que dominarlos y a otros no? Y se llegó más lejos (tan lejos como se pueda llega-ar [léase con tono musical según los Cadillacs]) y las minorías marítimas alzaron su voz y empezaron a discutir diversidad y pluralidad de especies; multiculturalismo acuícola. Sin embargo el reconocimiento aún no es pleno, falta mucho por conquistar, y la lucha es desigual pero algo es algo.
Es fácil sentirse pescado o hacer sentir a otro como un pescado, nada más porque es un animalito que no da lástima.
Pero llega este espacio cultural abierto a todos los que somos pescados. Para reivindicarnos y reconocernos. Para juntarnos los de mar, los de río, los de laguna e incluso los de estanques y zanjas. Para dejar de sentirnos un pescado y dejar de tratar a los demás como pescado.
Si nos fijamos a nuestro alrededor, esta historia discriminatoria sobre los peces de mar la vamos a encontrar en muchos grupos minoritarios que intentan sobrevivir ante la cruel dominación de otros grupos hegemonizantes, que por imperio divino (Génesis 1:26) resultan dueños de la verdad; que, como revelada que es, se debe aceptar sin discusión.
De hecho este espacio cultural de discusión resulta una subversión de ese modelo dominador. La lógica –y algunos antecedentes históricos- indica que subvertido el orden, el nuevo orden puede pecar en igual sentido que el anterior. Encontrar el equilibrio y evitar las redes del gran pescador es el desafío.
No nos olvidemos que ninguno de nosotros está ajeno a ser discriminado, simplemente porque todos somos pescados y los peces no le dan lástima a nadie.
el Prof. Golber, y sean bienvenidos